A partir de allí
hicieron una serie rituales, baños y otro tipo de cosas, todo con el fin de
erradicar el problema. La mayoría de los rituales consistieron en veladas a
media noche en diferentes puntos en medio del campo. Las velas colocadas
alrededor de círculos marcados en el piso los cuales contenían diferentes dibujos
dependiendo del lugar en el que se ubicaran esa noche, el número de veces que
se había repetido el ritual y la fase del ciclo de la luna.
En estos rituales el brujo tocaba tambor, bailaba,
fumaba, oraba, usaba huesos y collares, pero la parte en común que tenían todos
es que las velas debían apagarse, lo hacían por si solas pero debían de
asegurarse de que permanecieran así, pues a veces luego de un momento volvían a
encenderse, a veces una, a veces varias, a veces todas a la vez.
Luego de que el
brujo diera por terminada su labor Tita recupero su conciencia, se despidió de
ella, y nunca más la familia volvió a saber de él. Pero algo había cambiado en
ella, ahora era más silente, mas
calmada, mas lenta, con una inamovible paciencia, como si siempre estaba
drogada. Pero al menos no endemoniada, al menos por un tiempo.
Tita es invitada
a un culto evangélico, del tipo de los que gritan y dicen sentir que los toca
el espíritu santo, vociferando como poseídos celestiales. No sabemos que pasó,
pero ese día ella tuvo una recaída, la primera de muchas.
—
¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!
¡¡MAMAAAAAAAAAAAAAAA!! ¡¡MAMAITAAAAA!!
—
¡¿Qué
pasó?!
—
¡¡AYUDAMEEEE!!
¡¡SE CAEN!!¡¡SE CAEN SOBRE MIIIII!!
—
¡¿Tita
de que hablas?! ¡Aquí no pasa nada!
—
¡¡
EL CUARTO ESTA MAS PEQUEÑO!! ¡¡LAS PAREDES SE ME VIENE ENCIMA!!— Es el demonio
otra vez pensó Teresa, tomo una correa y comenzó a asestar latigazos al aire,
mientras peleaba con algo que no era capaz de ver.
—
¡¡Si
quieres metete conmigo nojoda!!¡¡Déjala en paz!! ¡¡Si eres tan arrecho moléstame
a mí!!
No sabemos si el carácter de Teresa lo
intimido, pero lo cierto es que luego de un momento Tita se calmó, y finalmente
se quedo dormida. Pero como lo mencione, este solo era el primero de muchos episodios.
Esporádicamente volvía a sentir que alguien la acompañaba en la cama, que la
golpeaban, que trataban de ahorcarla.
En busca de un refugio por una los
problemas que la acomplejaban (un padre muerto, una madre que los abandonó, una
presencia que solo ella sentía pero, además de la incapacidad para establecerse
un norte en su vida y culminar sus estudios) siguió asistiendo al culto
evangélico. }
Podría decirse que en ella estas
experiencias desencadenaron algo más, la volvieron lo que se le llama comúnmente
“materia”, ella era por así decirlo una conexión entre el mundo de los vivos y
los muertos. Podía ver a personas fallecidas, según me contó una vez le pasaba
tres o cuatro veces al año, pero en el culto le enseñaron que esas ya no eran
personas, que eran demonios, aprendió a no temerles, para que no la molestaran.
Pero la situación mental en la que
encontraba iba de mal en peor, pasaba todo el día durmiendo, nunca términos sus
estudios, prefería no comer para no tener que levantarse, y al único lugar al
que iba era al culto.
Por decisión de mis tías Tita vuelve a
mudarse, esta vez a una ciudad a dos horas del pueblo donde vive Teresa, y
comienza a vivir con la tía Gladis. Nueva ciudad, nuevo culto, pero básicamente
lo mismo, solo con un poco de presión por parte de Gladis para que consiguiera
un trabajo y ayudara en casa. Hasta que la misma Gladis se da por vencida,
determina que Tita no estaba bien, posiblemente que estaba mal de la cabeza,
comentarios que la familia ignoro, pero por tanta insistencia Ester decide
hacer algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario